✅ Si llegase a dudar de mi habilidad innata para lograr una meta, me detengo un momento para revivir mi fortaleza espiritual. Afirmo: La fortaleza divina es mía y la reclamo ahora. Con entereza y determinación, mantengo mi rumbo sin titubear. No importa qué obstáculos enfrente, sé que cuento con un pozo inagotable de fortaleza espiritual. Toda la fortaleza que pueda necesitar ya es mía.
TEXTO DEVOCIONAL¡Busquen el poder del Señor! ¡Busquen siempre a Dios!—1 Crónicas 16:11